Buenos días de nuevo.
En este post que encontraréis a continuación, os vengo a contar un poco mi postura acerca de cual es la situación (creo yo) de la educación e la actualidad en España desde el punto de vista de una persona que se encuentra en las últimas etapas de la misma.
Si habéis pasado por mi post de la crítica al libro blanco del docente, ya habréis observado un poco cuales suelen ser mis críticas y mi postura a todo lo relacionado con la Educación (Marca Registrada). Este post no va a ser diferente.
La educación en nuestro país a día de hoy sigue sufriendo de mucho de los problemas a los que se le acusaban hace ya unas cuantas décadas, vomitar en un examen contenidos memorizados sin intención de interiorización, asignaturas que de poco o nada sirven para el día a día o la falta de motivación por parte del personal docente. Si bien todas estas son críticas que tienen su fundamento, no sería justo tampoco decir que a día de hoy no se ha hecho ningún esfuerzo por tratar de remediarlas desde la institución ya sea Europea o Cañí aunque de base sigan existiendo.
Pero más preocupante me parece aun que todas estas objeciones, es el problema de fondo de la educación, el ser una de las principales herramientas ideológicas a la hora de esculpir en los integrantes de esta nuestra Sociedad (Marca Registrada) una normatividad concreta y entrenarlos en su futura puesta en práctica laboral. Visto desde este prisma, encontramos que aunque nos enfoquemos en una educación más práctica, menos centrada en la memoria ciega o más útil en la vida cotidiana, el resultado que encontraremos será siempre el mismo, sujetos destinados a la mano de obra cualificada con el fin de perpetrar y reproducir un status quo muy concreto.
Es curioso ver como la educación en España constantemente cambia de Ley en base del gobierno que entre en esa legislatura. No tengo una respuesta clara de porqué ocurre, pero quizás pudiera ser por que cada partido es consciente de que manejar la institución de la educación a su voluntad, es una de las llaves que se requieren para poder llevar a cabo su proyecto económico y político, sobre todo, asegurarle un futuro al mismo.
Hasta aquí la reflexión de hoy.
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