Hola a todxs de nuevo, ¿qué tal estáis?
La entrada que vengo a publicar hoy aquí, la traigo en relación a una clase que tuve hace unas pocas semanas, en donde vimos que diferentes tipos de estilos de docencia se pueden aplicar para poder lleva a cabo la tarea de enseñar. Desde que mi profesor nos ofreció esta explicación, le estado dando muchas vueltas a esta cuestión, ya que si en un futuro, espero próximo, voy a dedicarme a la docencia, creo que es muy importante que tenga claro que tipo de docente quiero ser.
En esa clase vimos básicamente que diferencias existen entre las metodologías propios de los docentes más autoritarios, lo más próximos a la doctrina marxista o aquellos que optan por una modalidad más personalista.
Yo por mi parte he llegado a la conclusión de que el estilo que pretendo adoptar con mis futuros alumnos es un antiautoritario. Por varios motivos principalmente. El primero es por que creo que es el que más se ajusta a mi personalidad a modo de ser, no se me da bien mostrarme como una figura de autoridad ante los demás pero eso no quita para que no se me tenga respeto en el aula o en otros espacios.
A parte, creo que es la mejor forma para que los alumnos puedan encontrar atractiva la filosofía y la apliquen y conserven más allá de sus años formativos. También me parece importante no pretender ser un policía en el aula ni abusar de la jerarquía que, no nos engañemos, se establece dentro de la educación. Que esta exista no implica necesariamente que se tenga que usar. Creo en cambio, mucho más conveniente para el aprendizaje y también para el buen clima en clase, tratar de hacer la convivencia y la enseñanza lo más horizontal posible sin por ello dejar de ser consciente del rol que desempeño como profesor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario